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Un temporal barre el Cantábrico con rachas de viento de hasta 140 kilómetros

SANTANDER/SANTIAGO DE COMPOSTELA. Las fuertes rachas de viento que se registraron ayer en Cantabria causaron numerosos incidentes en la región por la caída de árboles y otros objetos. El más grave fue el que se produjo en la capital, donde una mujer resultó herida al caerle encima los tableros que protegían la obra de un edificio. Además de la caída de numerosos árboles en diferentes municipios, en el de Camargo existía peligro de que un edificio abandonado se desprendiera.

Además, toda la flota permaneció amarrada a puerto, según confirmó el presidente de la Federación de Cofradías de Cantabria, Manuel Vinatea, sin que se produjeran daños o incidencias en las embarcaciones a causa del viento. Por otra parte, las fuertes rachas obligaron a desviar un avión de la companía «Air Nostrum» procedente de Palma de Mallorca y a cancelar otro entre Santander y la capital balear. Un avión militar que tenía prevista su llegada a la capital cántabra se vio también afectado por la metereología y ha tenido que regresar a la base militar de Torrejón de Ardóz (Madrid).

Galicia también sufrió los efectos de este temporal al egistrar rachas de viento de hasta 140 kilómetros por hora en el municipio lucense de Burela y precipitaciones que alcanzaron los 50 litros de máxima por metro cuadrado en el municio coruñés de Santa Comba.

Mar de fondo

Aunque la situación comenzó a mejorar hacia el mediodía de ayer, se prevé que el mar de fondo, con olas por encima de los cuatro metros, podría prolongarse hasta la mañana de hoy.

Las rachas de viento fueron considerables en Ourense, llegando a los 139 kilómetros por hora en Carballeda de Valdeorra y a los 127 en Abadín. El litoral atlántico también sufrió los embates del viento, con rachas de hasta 126 kilómetros a la hora. Esta situación provocó que la flota de bajura quedara amarrada a puerto durante toda la jornada y que además se produjera el corte de carreteras en 48 municipios. Hasta en 23 ayuntamientos se tuvo que intervenir para trabajar en la caída de árboles y la inestabilidad del mar obligó a que dos embarcaciones tuvieran que ser auxiliadas por Salvamento Marítimo.